martes, 9 de febrero de 2010

Las neurosis son la segunda causa de baja y provocan la pérdida de 178.000 días al mes.

Los trastornos depresivos y neuróticos están en alza en los últimos meses entre la población, sobre todo entre los empresarios autónomos.

Los trastornos neuróticos, que agrupan los afectivos o del estado de ánimo, los de ansiedad y pánico, los psicosomáticos o psicofisiológicos, los somatoformes, los disociativos y los de personalidad, constituyen la segunda causa de baja laboral en la Comunitat Valenciana, después de los problemas osteomusculares, según informaron a Levante-EMV fuentes próximas a la Conselleria de Sanidad.

Los médicos firman al mes entre 1.000 y 1.500 bajas en las que consta alguna de estas alteraciones mentales (en diciembre se registraron 1.220). Todas las que se emitieron durante el año pasado y que seguían vigentes el pasado mes de diciembre ocasionaron solo durante ese mes la pérdida de 178.246 jornadas laborales.

Se entiende como trastorno neurótico la alteración mental o psicológica que se manifiesta por un conjunto de síntomas que enajenan la personalidad del individuo. Expertos consultados indicaron que quienes sufren este tipo de anomalías no suelen tener conductas antisociales, aunque su estado psicológico puede llegar a ser "muy incapacitante".

Durante los últimos meses, la conselleria ha constatado un aumento de bajas por depresión o ansiedad en los trabajadores autónomos, mientras que en el grupo de empleados por cuenta ajena se ha observado una disminución de los partes de baja. Las dificultades económicas para sacar adelante empresas y negocios es la principal causa de los trastornos de ansiedad y el miedo al paro, la razón que late detrás de la caída de bajas entre los asalariados.

Las depresiones también están en alza y son el quinto motivo de baja laboral en la Comunitat. Solo en diciembre se emitieron 346 partes y el número de jornadas laborales perdidas ese mes ascendió a 62.094.

Otro de los diagnósticos encuadrados como "alteración mental" es el de la reacción de adaptación que se define como un trastorno emocional o de conducta ante una situación estresante o un cambio de vida al que la persona no se ha adaptado correctamente, como la pérdida de empleo.
Por otra parte, un estudio realizado por la Universidad de Castilla-La Mancha y el Servicio Canario de Salud que acaba de publicar la revista European Journal of Health (Revista Europea de Salud) confirma los datos de la Comunitat al señalar que las enfermedades mentales son la segunda causa de baja laboral en España. La investigación indica que en 2002 el coste total de estos partes equivalió al 1% del PIB.

miércoles, 3 de febrero de 2010

«Tenemos que enseñar a la gente los síntomas del ictus».

José María Prieto González se acaba de incorporar a la directiva de la Sociedad Española de Neurología (SEN) y representa la cuota galaica en la entidad. Ante la pregunta de cómo está la comunidad en el conjunto de España en su especialidad, responde a la gallega: «Las hay mucho peor». Él se concentra ahora en la dura tarea que tiene ante sí como vocal de los socios -«dedico una hora diaria a responder e-mails»- y a intentar llegar a la sociedad, una de las grandes metas de la actual directiva.
-¿Cómo quieren llegar a la sociedad?
-La neurología es una especialidad nueva y tiene que tener más arraigo. En general, en España, todavía está por saber exactamente qué es un neurólogo. Si uno dice que le duele la mano, el cuello y el pecho, cualquiera le recomienda que vaya al hospital porque puede tener un infarto. Eso que parece sencillo es un mérito de la sociedad de cardiología, que ha sabido transmitir a las personas una información vital.
-¿Cuál sería el ejemplo en el caso de un neurólogo?
-Tenemos que enseñar a la gente a identificar los síntomas de un ictus, por ejemplo.
-¿Cuáles son?
-Cualquier deficiencia neurológica brusca. Pérdidas de fuerza en un brazo o una pierna, de conciencia, del equilibrio, del habla [dificultad para expresarse, lenguaje ininteligible]... Nosotros valoraremos la información a partir de la edad, los exámenes que se le hagan y las enfermedades que pueda tener asociadas esa persona. Pero es que a veces hay gente que llega a la consulta y te dice: «Mire, el otro día dejé de tener fuerza en el brazo y como no se me pasaba, he decidido venir». Si eso ha ocurrido hace dos o tres días, pues poco podemos hacer...
-¿Cuáles son las enfermedades que más ven en la consulta?
-Lo que más se repiten son los ictus: embolia [o infarto cerebral, que es la oclusión de un conducto sanguíneo], hemorragia cerebral [también se llama apoplejía], cefaleas, epilepsia y por supuesto las demencias.
-Si la sociedad está concienciada acudirá más al médico. ¿Hay suficientes neurólogos en Galicia? Recientemente se ha dicho que faltaban unos setenta. ¿Está de acuerdo?
-No podría decir qué número hace falta, pero sí es cierto que en Galicia hay tres hospitales bien dotados, aunque tampoco les sobran, y el resto necesita más dotación de personal, no tanto de aparataje. Pero eso le pasa a todas las especialidades.
-¿Cómo está Galicia con respecto a España en este sentido?
-Bueno, hay comunidades que están mucho peor. Podremos estar entre los puestos sexto y décimo en número de neurólogos por población.
-¿Y para los niños? ¿Tenemos muchos neurólogos pediátricos? Porque neuropsiquiatras pediátricos prácticamente no hay...
-La neuropsiquiatría no existe como tal, es una rémora del pasado. Ahora hay neurología y psiquiatría de forma diferenciada, y he de decir, aunque mis compañeros psiquiatras dirán que no, que cada vez la psiquiatría pierde terreno frente a la neurología...
-En cualquier caso, la atención temprana parece algo fundamental si se quiere apostar por una sociedad sana...
-Sin duda. El Sergas está impulsando los programas de neurorrehabilitación funcional, algo que es muy importante. Se trata de atender a jóvenes que han tenido un accidente o recién nacidos con alguna deficiencia, que con programas adecuados pueden recuperarse en gran parte. Pero es cierto que en este terreno todavía estamos muy mal dotados.
-¿Y en investigación?
-En investigación estamos muy mal, no solo en Galicia sino en toda España. Tenemos un gran capital humano, una capacidad y formación de los médicos al nivel del mejor país del mundo, y lo digo de verdad, pero en investigación... no hace ni dos meses una de las revistas científicas más prestigiosas criticó la pequeñez de las inversiones en España en investigación. Somos el penúltimo país de Europa en este asunto.
-Por último, ¿por qué se mete un médico en una directiva como la de la Sociedad Española de Neurología?
-Supongo que por curiosidad, para saber cómo son las cosas desde dentro. Se valoran las cosas de otra manera y es un reto personal e intelectual.