miércoles, 31 de agosto de 2011

El cerebro humano 'caza al vuelo' las imágenes de los animales.


Las neuronas del cerebro humano pueden reconocer automáticamente las imágenes de animales en el flujo de la información visual, obviando al mismo tiempo las imágenes de personas u objetos, según revelaron científicos estadounidenses.

Un grupo de neurobiólogos dirigido por Florian Mormann, de la Universidad de Tecnología de Pasadena, California, realizó una serie de experimentos con 41 enfermos del Departamento Neuroquirúrgico. Todos ellos padecían una forma de epilepsia que requería una operación para aislar la zona del cerebro que causa los ataques.

Para localizar esta zona, los médicos implantaron en el cerebro de los enfermos unos electrodos que sirvieron para recabar los datos del experimento. Los electrodos controlaban unas 500 neuronas en la amígdala cerebral, una de las partes del cerebro responsable de las emociones, así como una cantidad parecida de neuronas en otras dos partes, el hipocampo y la zona entorinal de la corteza cerebral, que participan activamente en la formación de la memoria.

Los investigadores eligieron varias decenas de imágenes de personas, monumentos arquitectónicos, animales y otros seres animados, como por ejemplo las del gigante Shrek de la película homónima de animación o del maestro Yoda del filme 'Star Wars', y mostraron la galería a los participantes del experimento.

La prueba demostró que las neuronas de la parte derecha de la amígdala reaccionaban a las imágenes de animales (así como a las de Yoda y Shrek) de una forma cinco veces más intensa y más rápida que a las otras imágenes. Los otros dos centros cerebrales reaccionaban a todas las imágenes de igual modo. La velocidad y la intensidad de la reacción dependían de si el animal presentado se consideraba peligroso o, por el contrario, inofensivo.

Los resultados de la investigación fueron contrastados después con un experimento similar con personas sanas, realizado con ayuda de tomografías de resonancia magnética, que reflejaron unos resultados semejantes.

Los investigadores sostienen que nuestros ancestros podrían haber desarrollado la capacidad de reconocer rápidamente a los animales para evitar los ataques de los depredadores o encontrar de forma inmediata una presa en una cacería. La zona responsable de esta tarea se encuentra en la parte derecha de la amígdala, probablemente porque en el hemisferio cerebral derecho de la mayoría de los animales se concentran las células nerviosas responsables del movimiento en el espacio y el procesamiento de la información sobre el mundo que nos rodea.